
En tres días, los mismos que dura la selectividad, el Unicaja ha eliminado al Real Madrid. Los blancos se aplicaron durante el curso, hicieron los deberes y asistieron a cada clase en el instituto de la fase regular (29-5). El premio a su constancia, la matrícula de honor, fue el billete para Europa, que hoy sabe a premio de consolación. Para Unicaja, una plantilla de proyección Euroliga, 17-17 en liga regular equivale a haberse fumado bastantes clases. Pero cuando llegó la selectividad, ese examen que a todos iguala, el sistema menos injusto, el empollón se quedó en blanco y el 'espabilao' se sabía las preguntas. El Unicaja ganó también el segundo, en el Martín Carpena, éste con drama, y consumó la sorpresa, 88-86. La primera vez que un octavo clasificado apea al primero.


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